Hace 2 años, se hallaban en su casa, Maria, una señora de 40 años que se había divorciado hace poco tiempo, con su hijo pequeño de solo 8 años. Se encontraban cenando, como era costumbre, miraban la televisión. En el programa de noticias preferido de Maria estaban pasando un informe que trataba varios casos de desapariciones de chicos. Lo mas loco era que algunos testigos aseguraban que eran seres muertos provenientes del cementerio del pueblo los culpables de todo esto. A Maria esto le parecía muy ridículo, pero continuo viendo el informe. El testigo parecía estar aterrado, él aseguraba que raptaban chicos para llevarlos a otro mundo y darlos como sacrificio para poder ellos volver a la vida. Finalmente decidió apagar el televisor y no darle importancia a lo que acababa de ver.
Los casos de desapariciones de chicos fueron incrementándose durante la primer semana, al igual que la protestas y disturbios de los ciudadanos. Las autoridades no sabían como frenar esto.
Con el paso del tiempo, esto dejo de ocurrir, todos creyeron que se había terminado, pero no fue así.
Era noche fría y oscura, María estaba a punto de acostarse, ya había logrado que su hijo se durmiera. Ella no se daba cuenta, pero esos seres repugnantes habían logrado entrar a su hogar por la puerta de atrás de su casa. Estaba por apagar su velador cuando un desgarrador grito hizo que su corazón casi saltara de su pecho. Rápidamente salio disparada hacia el cuarto de su hijo. Y allí pudo ver como dos seres en un estado de putrefacción muy avanzado, quienes desprendían un hedor muy fuerte, se estaban llevando a su hijo a rastras. Maria se impulso hacia ellos tratando de salvar a su hijo, pero estos seres deformes lograron quitársela de encima muy fácilmente. Maria cayo y golpeo su cabeza quedando inconsciente en el suelo.
Cuando logro recuperar la consciencia se da cuenta que su hijo había desaparecido
y que quizás ya ni siquiera se encontraba en su mundo.
Varios días después, Maria se encontraba destrozada, le habían arrebatado lo mas importante de su vida. Paso varias semanas con tratamientos psicológicos, pero nadie lograba una mejoría en ella, no se comunicaba con nadie, no emitía una sola palabra. Fue así que sucedió lo que era sabido. Maria fue encontrada en el baño de su casa sin vida. Su cuerpo estaba en la bañera repleta de sangre. Su cara estaba muy deformada, se había cortado varias partes de ella. La sangre bañaba las paredes, pero lo que mas escalofríos causaba era el mensaje que había dejado escrito con sangre: ¡Ya no llores hijo, mama va en camino, volveremos a estar juntos!
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